Son muchos los atractivos que ofrece este pequeño país situado entre los Pirineos, por lo que vivir en Andorra ya se ha convertido en el objetivo de muchas personas. Si quieres mejorar tu calidad de vida, vivir en unos de los países más seguros del mundo y a la vez disfrutar de grandes ventajas fiscales, Andorra es tu próximo destino. Además, el Principado cuenta con un excelente sistema sanitario, una gran oferta de escuelas y está situado en plena naturaleza, por lo que también se pueden practicar innumerables actividades y deportes al aire libre. Cabe destacar que aunque por el momento Andorra no dispone de aeropuerto propio, a 26Km de la capital se sitúa el aeropuerto de Andorra – La Seu, dónde la compañía Air Nostrum actualmente opera la ruta Andorra – Madrid, y en un futuro ampliará su oferta de destinos.
La legislación vigente no es restrictiva en este momento, por lo que consideramos que ahora es el mejor momento para trasladar tu residencia y vivir en Andorra. Son muchos los extranjeros que han dado el paso durante los últimos años para instalarse, trabajar y disfrutar de este país.
Sabemos todas las ventajas que Andorra puede ofrecer a tu empresa o familia y lo atractivo que resulta vivir en este país. Sin embargo, existen varios tipos de permiso de residencia, todo ellos diferentes. En función de tus necesidades, estudiaremos tu situación personal para poder ofrecerte las soluciones que mejor se adapten a tus intereses. Ya sea como autónomo mediante la constitución de una sociedad andorrana, como asalariado o por medio de una residencia pasiva, te ayudaremos para que tu traslado a Andorra sea óptimo.
Queremos que nuestros clientes se sientan cómo en casa, para que su integración en el país sea plena y satisfactoria, por lo que también te ofrecemos los trámites para trasladarte a Andorra con tu familia, la búsqueda de vivienda, la inscripción en escuelas y todo lo necesario para ti y tu familia.
La reforma legal y fiscal llevada a cabo en Andorra, y que ha permitido la homologación a nivel europeo, ha sido la clave para dejar de considerar Andorra como un Paraíso Fiscal. Este hecho, ha dotado Andorra de un gran atractivo y en una oportunidad para los inversores extranjeros. La eliminación de restricciones y apertura a la inversión extranjera para constituir sociedades y adquirir cualquier tipo de activo, junto con un marco fiscal favorable, con Convenios para evitar la doble imposición, es la causa por la que las peticiones de residencia han crecido exponencialmente en los últimos años. La legislación en materia de tributación no ha pasado de desapercibida ya que ofrece beneficios tales cómo, un máximo del 10% para el IRPF y IS, la exención de impuesto no hay impuesto Patrimonial, de Sucesiones y Donaciones, y la tributación del 0% de impuestos por los beneficios en la compraventa de acciones y fondos de inversión.
La decisión es tuya, nosotros te ayudamos a hacerla posible.
La inversión extranjera, es la adquisición de bienes situados en el Principado por personas físicas no residentes en Andorra, siempre que no dispongan de la nacionalidad andorrana y por personas jurídicas de nacionalidad extranjera.
El ministerio competente debe resolver la solicitud de autorización de inversión extranjera en el plazo máximo de un mes.
Es la participación en sociedades andorranas o mediante la constitución o ampliación de sucursales u otros tipos de establecimientos permanentes. Para poder constituir una sociedad en Andorra por un no residente, es necesario contar con la aprobación del Gobierno de Andorra. Los trámites pueden durar un mínimo de tres meses.
La suscripción de valores representativos de empréstitos, son libres y no están sujetos al deber de solicitud de autorización previa.
Mediante la adquisición de la propiedad y demás derechos reales sobre inmuebles, y de las concesiones administrativas que supongan un uso privativo de bienes inmuebles, situados en el territorio del Principado de Andorra.
No se podrán autorizar las inversiones en inmuebles que quieran efectuar personas jurídicas extranjeras que se dediquen a la adquisición o a la construcción de inmuebles con el fin de comercializarlos, incluido el arrendamiento.